LA DORADA Y SU TÉCNICA DE PESCA

 

Por Eduardo3

En ese espacio de tiempo lo suficientemente largo para pensar en solitario o comentando  con los compañeros, en que se esta fallando?, que es lo que no hacemos bien?,cuando las doradas son esquivas

Se que hay doradas mas grandes o mas pequeñas y, me he provisto de cebos que les son  apetitosos, realizo lances entre los 15 y 140m. ,sigo casi al pie de la letra los consejos de los maestros pescadores en libros, artículos, etc… Compro las cañas que me  han aconsejado, carretes, hilos, plomos, etc., etc.,es como el suplicio de “tantalo”, están a una docena de metros, pero no doy con ellas.

Paso de largo de sus distintos nombres, según lugares o de sus características biológicas, de sus  habitats o de su ciclo reproductor. No porque no sea interesante, que si lo es. A mi lo que me interesa como supongo a la media docena que lea este articulo, es pescarlas. Nosotros no somos ictiólogos y los que lo sean saben de la dorada lo suficiente para no tener que recordárselo.

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                                           El autor de este arículo con un precioso ejemplar

Con el fin de saber de que especie hablamos, creo que basta con decir que pertenece a la familia de los espáridos, familia muy común en el mar Mediterráneo y, tengo entendido que desde hace unos años como se han calentado las aguas del Atlántico y Cantábrico, han aparecido con mas asiduidad en esos mares.

El pescador novato o principiante, puede distinguirla inmediatamente  por su franja dorada entre ojo y ojo, de donde toma su nombre, lomo de color gris oscuro, costados plateados. 

Profundizando un poco mas,  observándola con un poco de detenimiento, veremos que tiene unas leves manchas rojizas en los extremos de las mejillas, sus labios son gruesos. Sus mandíbulas están muy bien armadas de molares  preparadas para  triturar su pitanza.

Las doradas se desplazan a lo largo y ancho de la costa, acercándose a escasos metros de la orilla. Su peso puede alcanzar los 8 k. para regocijo de los pescadores.

Parece que no hay varias especies o  tipos de doradas, solo hay una.

Creo que no me equivoco al decir que todavía hoy, nos preguntamos, cómo, con qué, cuándo y dónde atacaremos a la esquiva dorada. Para despejar estas incógnitas se han escrito docenas de libros y, miles de artículos.

He conocido pescadores allá por los años 60,que salían a pescar “la dorada” y como les entrase otra especie la despreciaban, ellos solo pescaban este espárido, el tamaño de las mismas era muy apreciable.

Los aparejos como todos  sabéis  por oídas o por edad, no tenían nada que ver con los que utilizamos actualmente. Los buenos pescadores regresaban a casa con grandes piezas, cuando el estado de la mar y las condiciones climatológicas eran proclives para la pesca. Quiero decir que, no obstante, a la riqueza piscícola, recuerdo que también  volvían ”bolos”, seguramente por eso la esquiva y desconfiada dorada era tan deseada.

De las varias técnicas que hay para pescar la dorada, he practicado solo dos.

Primera técnica

Al lanzado, con cañas de 5m.de fibra de vidrio y, supongo que de acción parabólica, no sabíamos de eso ni de muchísimas otras cosas que ahora conocemos y tenemos, los veteranos comentamos muchas veces que estragos (pescatas) hubiésemos hecho con los materiales que  disponemos ahora, dada la gran riqueza piscícola.

Posteriormente ya con cañas de 4,20. y de 4,50m de acción de punta, de carbono y, practicando el surf-casting, lanzando mi plomo detrás de esas olas que podían levantar comida para las doradas perseguidas.

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Los hilos que he empleado han ido disminuyendo de diámetro, a medida que la calidad de los mismos ha ido aumentando así hasta  el o, 16mm., puentes de 12 a 15 m. de longitud, de gran calidad, para combatir la dorada en esos últimos 10 m. antes de llegar al rebalaje, donde  luchara como lo brava que es, para librarse del acero.

Si nos fijamos cuando la dorada esta en la orilla o en nuestras manos, veremos que tiene su rostro una expresión enojada. ,de mala uva, seguramente este efecto lo da esa mandíbula inferior robusta y prominente

A la vista de su dentadura, apreciaremos rápidamente que los anzuelos deben de ser robustos, diría muy robustos, de acero y alta penetración, curvos de pico de loro, empleo los gamakatsu del 2/0, 2, 3, y 4, o  de vástagos largos según la carnada,  el tamaño de los anzuelos debe de estar de acuerdo con los cebos que empleo.

dorada

El  empatillado de  los coales muy cuidado, debo de tener en cuenta que una dorada de mas de 2 kilos se defiende como” gato panza arriba”, pongo un coal  de 2m.de largo,  que creo ideal ya que al comer la dorada y,darse cuenta de que algo va mal ya este clavada, el diámetro del mismo del 0,30.

El diámetro de los hilos esta en consonancia con varios factores.a) el estado de la mar me dice que diámetro emplearé, no es lo mismo pescar con un mar en calma que con un mar alborotado y sucio, los hilos padecerán mas y por lo tanto debo de olvidarme de los finos.b) por el contrario, en fondos limpios sin roquedos y mar  tranquilo, puedo poner a prueba los hilos mas finos.

Es importante que recuerde que si el hilo  madre y hilo del puente deben de estar en optimas condiciones, el coal lo mismo, no  tiene que tener nudo alguno, ya que debilita  su fuerza, debe de ser muy resistente a los movimientos y tirones queda el pez para zafarse de tan terrible suplicio.

El rebalaje,  es un escollo que casi siempre actúa en  mi contra   y a favor de la pieza y, también los primeros metros de la arena de la orilla, en esos momentos no  debo levantar la punta de la caña para elevar la pieza pues puede traicionarme el coal y perderé el pez, quedándome con  cara de tonto.

Por último, me tomo todo el tiempo del mundo, para traerme la pieza con tranquilidad no poniéndome nervioso, no quiero precipitarme por tener el pez en el cubo. Recogeré dominando la pieza en todo momento, no dejando ni por asomo que el hilo  no este tenso, pues  el pez puede aprovechar esa laxitud para desprenderse.

Hay quien defiende que los plomos deben de ser corredizos y, dejar el carrete abierto,  a mí me parece que con coales largos no es necesario, pero esta idea como otras tantas en la pesca no se deben desechar y, menos si al pescador les son efectivas. Yo tenso el hilo  dejo el freno del carrete bastante abierto, pues con ese coal de 2 m. cuando el puntero me avise seguro que la dorada ha mordido el anzuelo.

He empleado siempre dos cañas iguales, eso me  permite lanzar a diferentes distancias e ir probando hasta  llegar al lugar donde están las dichosas doradas, los lances procuro hacerlos en abanico, si no tengo pescadores cerca, a los que pueda molestar.

Recomiendo que cuando se clave una dorada se haga una señal en el hilo a la altura del pikup del carrete, como comprobación de distancia y  repetir lances a la misma distancia.

Los porta-cañas los planto levemente inclinados hacia atrás,  las cañas con los carretes  los tengo mirando a tierra,  así cuando las cañas se inclinan hacia atrás o se ponen verticales, es señal casi inequívoca de que un pez ha picado.

Aprovecho para decir que de esta forma por la noche casi nunca necesito luminosos,  las punteras llevan cintas refractantes, al enfocarlas veo sus movimientos.

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Una vez  que la puntera de la caña me  detecta la señal de picada, que en principio puede ser leve pero que a renglón seguido será violenta, cojo la caña, (señalo) tenso un poquito el freno y le doy un ligero pero contundente cachete, con el fin de  clavar, el pez. No son necesarios  esos tirones exageradamente fuertes que a veces veo que compañeros dan a la caña, la dorada si no ha comido bien escupirá el anzuelo.

Si recojo la línea sin haber clavado el pez, hago al principio  una lenta recogida. si hay alguna dorada alrededor de mi cebo, tengo posibilidades de que se lance a comer al ver que se le escapa la comida.

Hay que ver la sensación tan agradable que me produce que al recoger el aparejo la puntera de la caña se detenga, no puedo tirarla para atrás,  por la fuerza  que el animal opone, siento sus movimientos, diría que los estoy viendo, en esos momentos tengo a merced la presa, en mi mente se quieren acumular todos mis pobres conocimientos y desarrollarlos de tal forma que el pez no pueda conmigo. Estos momentos que van a transcurrir hasta que el pez este en el cubo, quisiera que fuesen cortísimos pero por otro lado también quisiera que no terminaran nunca. He pasado horas y horas esperando una buena clavada, mis neuronas están en pleno trabajo. Incluso miro a los lados para ver si alguien  se ha dado cuenta de que traigo un  buen pez.

Los primeros tirones son muy potentes, tomándose sus descansos, luego empieza a ceder  y  entre tirones y descansos que debo de contrarrestar con el freno del carrete, llega donde se defiende de verdad, en el rebalaje, sus embistes hacia la derecha o hacia la izquierda y, como no, hacia el fondo ponen en peligro la captura si me apresuro en cobrar la pieza.

¡ Qué hermoso espectáculo, cuando veo y compruebo en la punta de mi caña como la brava dorada se defiende!  No quiere salir de su habitat, ha nacido para estar en el mar, para recorrerlo libre y ahora por un mal momento va a perder su libertad, no comprende qué le esta pasando y por ello se defiende una y otra vez, seguramente pensará en qué bicho ha mordido que le arrastra en contra de su voluntad, ella no entiende de pescadores, cañas carretes o anzuelos, lo único que sabe es que se ve impelida a la orilla y, no sabe  qué final tendrá su vida. Seguramente si pudiese comprobar los latidos de su corazón, vería que van al unísono que los míos. Una lucha mas por la supervivencia en la que hay un ganador y un perdedor como siempre, pero, ¿cual le corresponde al pescador?.

No quisiera desviarme, tengo a la dorada cerca del rebalaje, si el nudo del puente es importante que este bien hecho para que al lanzar no pierda el aparejo,  importantísimo es, que este en condiciones optimas para el combate final, por lo que el nudo del puente lo compruebo  entre cada serie de lances, es una pena perder piezas por culpa de estos descuidos que por sabidos son muchas veces olvidados.

Cuando tenga la pieza cerca de la orilla, pasaré el hilo  puente al carrete dándole varias vueltas de manivela,  frenare  el carrete un poco mas, lo suficiente para dominar al pez, pero que tenga posibilidad de salir hilo si la ocasión lo requiere. Traeré la pieza sin prisa pero sin pausa y poco a poco  la acercare a la orilla, para que actué el hilo del puente y  me pondré paralelo a la misma, haciendo entrar al pez por delante de la puntera de mi caña, dominando la pieza mucho mejor.

No caigamos en la tentación de quedarnos a varios metros de la orilla e ir recogiendo el hilo rápidamente y de forma perpendicular a la playa.

Tengo el pescado en el cubo (ya no pez), lo miro con satisfacción infinita la hermosa pieza, tengo suerte se acercan algunos compañeros que han visto desde allá lejos, mi lucha, como no, se alegran y me felicitan, mi ego crece varios enteros, sólo una leve sombra aparece en mi mente… ¿cuando pescare otra?.

No he hablado de los plomos ya que soy un entusiasta  del plomo español así como de pescar con un anzuelo. Algunos compañeros pescan con un pie con dos anzuelos

He leído que la dorada  come constantemente, seguramente será así, (doctores tiene la iglesia), pero muchas veces parece que no, dadas las horas que uno se pasa sin clavar una, mis maestros en esto me decían que los mejores momentos son los del  atardecer y los del amanecer.

Jooo, ahora me dicen que los mejores momentos son con el mar casi en calma y cuando el sol esta en todo lo alto, sin comentarios…………..

Tambien leí  que las doradas no viajan en grupos dado que son muy desconfiadas, en esto si estoy de acuerdo, dado que pesco una dorada y tardo un tiempo en pescar otra y, si la pesco.

En estos últimos años supongo que  la subida de las temperaturas del agua del mar estamos cogiendo doradas durante casi todo el año. Hablo concretamente del sur del Mediterráneo.

Cebos

Ir a pescar con dos clases de cebos, unos duros y otros blandos, dependiendo del estado de la mar o si la morralla o los cangrejillos atacan nuestros cebos.

En cuanto detecto que la morralla o los cangrejos atacan la carnada puesta, pongo titas  o cangrejillos también he empleado cañaíllas para que se entretengan, además la dorada les ataca estupendamente.

El deber del pescador que se precie, es saber en la zona que va a pescar cuales son los cebos mas propicios, no todos los cebos incitan a las doradas de la misma forma, poner navajas en una zona carente de ellas no creo que sea muy adecuado o, mejillones  en fondos limpios, las gusanas y sobre todo las que citaré mas adelante, creo que no fallan nunca ,si por los alrededores hay doradas.

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La presentación de los mismos, exquisita, no dejando que los cebos pierdan todo su atractivo por estar en el anzuelo minutos y minutos.

Tengo observado que si he ascado alguna carnada algo pasada las doradas pequeñas si las han atacado, pero todas las que he cogido de mas de 2 kilos siempre ha sido con cebos vivos o frescos.

Cebos que no me han despreciado las doradas son:

  • Gusanas tales como titas, en sus varias presentaciones, lo mismo con las llamadas americanas , las de playa, las de canutillo, las de serrín…
  • Crustáceos y moluscos tales como las navajas, con balbas y sin balbas, mejillones, galeras, cangrejos verdes, langostillos, ermitaños, gambas, sin olvidar la sardina.

La licra o hilo elástico ayuda mucho a la presentación y a que no se desprenda la carnada.

Lugares que he frecuentado

Comprendo que hablar del río piedras a los foristas de Despeñaperros para  arriba, es algo difícil de localizar. Allá por los mediados de los setenta, tuve la suerte de pescar las doradas en ese río o ria, yo no sabia lo que es pescar doradas hasta que me encontré con mis cañas en la zona de piedras negras, solo decir que pescaba con galeritas, cada galerita que ascaba era una dorada, solo había que tener en cuenta la corriente  que no fuera muy fuerte.
  • La playa de Montijo, en San Lúcar de Barrameda, con vientos flojos, de levante,
  • La playa de la Ballena, en Chipiona, solitaria, unos cuantos locos con nuestras cañas, gusanas de canutillo, galeras, navajas recién cogidas.
  • La playa de Fuentebravia en el Puerto de Santa Maria, con algo de levante entraban las doradas( la de la fotografía) y como no, sargos de gran tamaño.
  • Cabo Roche, entre la Barrosa y Conil de la Frontera, cuando el levante apretaba, era un lugar resguardado, el día que a las doradas les daba por comer, salías con la espalda y brazos hechos un cristo.
  • Las playas de Fuente del Gallo, de la Fontanilla, playa de los Bateles y la playa del Palmar, aquí tendría que hacer un alto. En los años 70 y 80, cuando se daban las doradas te podías permitir el lujo de seleccionarlas. Junto con la playa de los Lances en Tarifa que hasta en los años 90 y entrados, ha dado doradas, en cantidad.
  • He tenido también la suerte de pescar en la playa de Getares o de San García

Para no alargar la cosa, un salto al espigón de Cabo Pino, que desde el año 79 u 80 en que se construyó hasta hace poco unos años, sólo hacía falta estar pescando en los meses de septiembre y octubre, con viento de poniente y como cebo navajas con sus valvas o gusanas de playa, meses en los que la doradas se acercaban a la costa.

Tengo que decir que me tengo por un privilegiado, primero por haberme dedicado de lleno a este deporte y segundo por haber dispuesto de tan bellos lugares con tal riqueza piscícola y, que mi único mérito es haber estado en ellas sin grandes conocimientos ni sofisticados aparejos.

Segunda técnica 

La otra  técnica o forma de pescar la  dorada, que he practicado ha sido en fondos rocosos.

Era muy corriente el creer que las doradas estaban siempre a varios metros de la orilla de la playa, pero la dorada se acerca  a los roquedos  costeros a  comer mejillones. No estoy hablando de pesca con boya, pescábamos con las mismas cañas que utilizábamos en fondos arenosos, los mismos carretes con bobinas distintas ya que las teníamos preparadas con hilos mas fuertes.

Un buen compañero de pesca y excelente amigo, habida cuenta de que no pescábamos doradas, en playas abiertas y de fondos limpios, me instó a probar la pesca en fondos rocosos.

Era muy corriente el creer que las doradas estaban siempre a varios metros de la orilla de la playa, pero la dorada se acerca  a los roquedos  costeros a  comer mejillones, por ejemplo.

Lanzábamos a escasos metros del roquedo que nos parecía mas oportuno para una vez claváramos al pez fuese mas fácil la obtención. Estudiamos los pros y los contras, sobresalían los contras, los dos principales escollos, eran los plomos y los sedales, hay que tener en cuenta que estoy hablando de los finales de los años 70,

La perdida de plomos era espectacular había sesiones en las que perdíamos hasta 40 plomos, si bien es verdad que las capturas nos compensaban, nuestro bolsillo se resistía. Lo resolvimos empleando a modo de plomos, bujías de coches, nos aprovisionábamos en  algunos talleres del automóvil.

Como sea que los sedales se cortaban con mucha facilidad, pasamos a utilizar como mínimo de 0,60. Los coales largos y potentes, para cebar utilizábamos medias baratas las que rellenábamos  de sardinas y queso oloroso, las calábamos en los roquedos que estaban cerquita nuestro. Procurabamos llegar cuando la marea estaba baja y, con un pequeño salabar cogíamos  camarones que posteriormente empleábamos como cebo.

Leí en algún sitio que era importantísimo el orden  siguiente, primero colocar las medias, segundo lanzar la línea y por ultimo ir cebando del mismo mejunje que había metido en las medias. De no cumplir bien estos pasos se podían alejar los peces.

Ni que decir tiene, que pescábamos no solo doradas, también, herreras, budiones, sargos, doncellas, congrios y murenas.

¡ Ayyyyyyyyyyy, qué gloria de dias de pesca! ¡ Qué jornadas ! , casi me caen las lagrimas de pensarlo. Bueno, es broma pero si algún mayor lee este bodrio, estará de acuerdo conmigo.

Me olvidaba… dentro de la media metíamos mejillones machacados y, algunos desperdicios que nos daban en la pescadería conocida,”too pa dentro” como me decía mi gran compañero, las medias quedaban hechas un asco de mordiscos y completamente inservibles para otras jornadas.

Cebos

Los cebos que empleábamos son los denominados duros y, teníamos cuidado en presentarlos bien, y frescos.

Un buen salabar, nos ayudaba a sacar y subir a nuestros pies las piezas de  buen peso.

Los camarones vivos hacían estragos a poco que las condiciones climatológicas nos eran favorables y, habíamos creado un buen  «enguao», las piezas que cobramos iban llenando la red que teníamos sumergida en el agua para mejor conservación de las piezas.

Procuramos pescar las 6 horas de subida de marea, a nosotros nos parecían mejores momentos y tiempo mas que sobrado para pescar y no hacerse demasiado pesado.

Concluyendo

He pasado jornadas muy buenas detrás de las doradas, no puedo negarlo, desgraciadamente ya sea por su escasez o por que los años no pasan y mis lances dejan ya mucho que desear, me consuelo recordando esos buenos momentos y, contando batallitas  como corresponde a mi edad.

Por último las doradas donde mejor están una vez pescadas es en la cocina, preparándose de mil formas, personalmente las doradas de mas de un kilo me gustas elaboradas a la sal o,  sobre una base de patatas con rodajas de naranja, colocadas en los cortes a través de su cuerpo.

Desde hace años se crían  en cautividad y, se comercializan  con pesos de 250 ò 400 gramos, pesos que alcanzan a los 18 meses. Parece ser que estas piscifactorías están obligadas a echar al mar un numero de doradas y róbalos de vez en cuando, medida que  encuentro muy acertada, contrarresta un poco la ausencia  de estas especies.

A las doradas se les puede pescar desde embarcación, pesca submarina, con boya,

Dejo estas modalidades para compañeros que quieran escribir sus experiencias, sobre las mismas.

 

Un saludo cordial,

Eduardo.

 

5 comentarios para “LA DORADA Y SU TÉCNICA DE PESCA”

  • Pablo Carbellido says:

    ¿Ha probado alguna vez la técnica de pescar doradas con la mano?, en zonas poco profundas con agua por debajo de las rodillas.

    Saludos

  • Jorge says:

    Espectacular narración escrita con los dedos del corazón, e intuyo la misma paciencia que se necesita para pescar, ya que solo así se puede hilar tan fino haciendo las delicias de los ojos y neuronas de lectores-pescadores con tiempo; como fui yo en este caso.

    Muchas felicidades!

  • ivan says:

    enhorabuena por la narración.

  • jordi says:

    Hola eduardo3
    Yo llevo tiempo pescando y nunca e tenido la suerte de vivir esa lucha ahora estoy intentando recopilar informacion para poder sentir esa sensacion esa lucha esa satisfaccion.

  • Alex Sanchez says:

    hola , buscando información sobre el esta preciada especie me he topado con esta web, me ha encantado la narración , el detalle y la experiencia del narrador . Quiero añadir que llevo poco tiempo en este mundo del surf casting comparado con usted pero ya he sacado algunas y alguna otra se me ha ido por impaciente , aquí en Almería donde yo vivo salen ahora mas con la modalidad que usted comentaba , agua lisa calor infernal y desde las 12 del mediodía hasta las 5 de la tarde , en playas de arena y con cangrejo.

    lo dicho enhorabuena

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