Pesca Marina

CARRETE DE PESCA, CUIDADO Y MANTENIMIENTO

Hemos realizado una buena compra, hemos pagado un buen precio y tenemos el carrete de nuestros sueños, pero todo ello se puede venir pronto al traste por la acción de una enemiga a tener muy en cuenta: el agua salada

El agua salada es un elemento destructivo de los componentes de nuestro carrete, fiel amiga de otra gran enemiga: la electrólisis.

Por ello, si queremos conservar en revista a este fiel aliado, debemos llevar a cabo un mínimo mantenimiento que alargue su vida útil durante el tiempo adecuado.

Es por ello que debemos de seguir una pauta de mantenimiento que agradeceremos con el tiempo, sobre todo si usamos carretes de tambor giratorio (tipo curricán) que son los que mayor mantenimiento requieren, recomendando lo siguiente:

CUIDADO  DESPUÉS DE CADA JORNADA DE PESCA

Después de cada día de pesca es conveniente llevar a cabo una limpieza externa con agua dulce y jabón líquido suave (tipo lavavajillas). Dicha limpieza se hará vertiendo el agua en un cubo y depositando en el mismo un poco de lavavajillas. Seguidamente procederemos con la mano o esponja a repasar las diferentes partes del carrete así como el propio sedal, con el fin de hacer desaparecer cualquier resto de sal.

• No se deben de usar ni disolventes ni líquidos abrasivos que puedan dañar la parte externa del carrete,   quedando el mismo hecho una piltrafa estéticamente.  
• No se deben de usar mangueras a presión o similares, para enjuagar el carrete, ya que introduciríamos en su  interior la sal.
• No debemos tampoco accionar la manivela mientras se lava, por la misma razón anterior.

Una vez lavado el carrete procederemos a secarlo con un paño limpio, y se les dará un toque un con aceite protector del tipo WD-40, teniendo cuidado de no rociar con dicho aceite al sedal, ya que estos productos no se llevan bien con el monofilamento y  seguro que deterioran el mismo.

LA LUBRICACION: UN MANTENIMIENTO PERIODICO

¿Cuándo efectuar esta operación? Debemos llevarla a cabo todos los años, o si por accidente el carrete cae en un medio no idóneo, sea una caida accidental al agua, arena, tierra, fango, etc.

 Empezaremos por desmontar el carrete. Si somos unos manazas, es mejor acudir al servicio técnico, o perderemos el carrete.

 Esta operación debe de hacerse con orden y método, recomendando lo siguiente:

• Disponer de una mesa amplia en la que no seamos molestados. 
• Tener el esquema del carrete delante si nos es posible.
• Apuntar en un papel los pasos que pensemos mas importantes.
• Tener el tiempo suficiente para el desmontaje y montaje, actuar sin prisas, acabar todo en la misma sesión. 
• Usar las herramientas precisas para no dañar los tornillos del carrete.
• Los tornillos y piezas deben de ser colocados en la mesa en el mismo orden que vayamos desmontándolos. 
• Suerte y que no “te sobren piezas”.

Una vez desmontado, comenzaremos por limpiar la grasa antigua, y para ello nos ayudaremos de una pequeña brocha y un poco de gasolina, evitando disolventes fuertes que pudieran dañar el carrete. A continuación lavaremos con agua y lavavajillas con la ayuda de una brocha todo el interior del carrete, Sécalo ayudándote incluso de un secapelos.

Acabada esta operación, procederemos a renovar la grasa de los ejes y engranajes,  -nosotros usamos las mismas que tenemos en el mantenimiento del motor del barco-, concretamente una fabricada por Quick Silver (Mercury) que se denomina Teflón II, ya que es muy idónea para el ambiente marino. Se debe usar con moderación, evitando echar grandes cantidades. Procura no engrasar para nada el freno de disco, o lo inutilizarás.

A continuación procederemos a lubricar los rodamientos, llevándolo a cabo con un aceite idóneo, y  que no necesariamente debe de ser de una gran marca, sino que es perfectamente válido el usado para las máquinas de coser, fácil de conseguir y barato. Para llevar a cabo esta operación lo mejor es calentar un poco el aceite  que vayamos a usar (nos podemos ayudar de una vela), ya que de esta manera, al hacerse mas fluido conseguiremos una mayor penetración en el interior del rodamiento. Introduciremos todo el rodamiento en el aceite caliente para que expulse los restos del aceite antiguo y sean sustituidos por el nuevo. La operación se termina cuando el rodamiento deja de expulsar burbujitas.

Procede al montaje y listo para el combate, y recuerda que el carrete debe de almacenarse con el freno al mínimo, ya que al no estar haciendo presión, alargarás la vida de sus mecanismos.